240421 Pascua IV- Domingo B – Jn 10,11-18
Lectura.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas… Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí –como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas. (Jn 10, 11-15)
Meditación.
El símbolo del pastor, es una figura muy importante, pues nos ayuda a entender el cuidado de Jesús hacia nosotros. Las ovejas son animales muy dóciles, mansos, se desorientan con facilidad y normalmente están en grupos, rebaños. Es el pastor quien las conduce hacia los lugares del pasto y del agua; además las cuida del lobo...
Jesús es nuestro Buen Pastor, da la vida por nosotros; nos conoce por nuestro nombre, tiene un cuidado personal, único y nos lleva al vínculo perfecto de hijos con el Padre; es ahí donde nos sentimos seguros y confiados; nos da a comer su Cuerpo, nos alimenta con el Pan de Vida.
Ahora somos nosotros los que estamos llamados a corresponder; sólo en la medida que confiamos, nos abrimos al don del amor de Cristo y podemos acoger su paz y alegría. Es preciso familiarizarnos con su voz, con su Palabra, para seguir su Camino.
Oración:
Señor, eres mi único Pastor, dame fe y docilidad para seguirte.
Contemplación.
- Se presentan muchas propuestas seductoras… pero engañosas… que me dejan vacío.
- Yo Soy el Buen Pastor, te doy mi Vida, deseo que vivas en mi amistad.
- Quiero escuchar tu voz, guardar tu Palabra…
Acción.
Confiar en el cuidado amoroso de Dios.