Nota

Cada Comentario del Evangelio corresponde al día que figura debajo del título.

Evangelio 240428 - Señor quiero que mi corazón esté en Ti, sólo soy tuyo.

240428 Pascua V- Domingo B – Jn 15, 1-8

Lectura.

"Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.  Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer" (Jn 15, 4-5).

Meditación.

Dios nos ha creado como seres singulares; pero para vivir en comunión con los otros. Y dentro de esta relación necesitamos estar unidos a Cristo para recibir su gracia divina. Todas las relaciones humanas se devalúan cuando no ponemos a Jesucristo como centro de nuestro corazón.

Jesús nos da la savia divina, nos hace aspirar a lo espiritual, que crece ilimitadamente y nos llena de paz. Pero siempre necesitamos abrirnos y permanecer en Él. Esto es posible: alimentándonos de su Palabra y de los sacramentos, despertando una actitud de entrega con caridad, eligiendo a Cristo como nuestra única motivación fundamental…

Separados de Cristo, estamos como muertos, aunque sigamos haciendo cosas, pero estarán vacías, son infecundas. No damos nada, ni podemos recibir nada. Permanecer en Jesús es vivir según sus criterios, eligiendo la verdad que nos propone, confiando plenamente en su ayuda y su amor.

Oración:

Señor quiero que mi corazón esté en Ti, sólo soy tuyo.

Contemplación:

-        Vivo como ausente, te ignoro Señor.

-        Yo te sostengo siempre, necesito que abras tu corazón, para que te llene de mi gracia.

-        Quiero que todos mis sentimientos y pensamientos estén guiados por Ti.

Acción.

          Purificar la intención antes de hacer algo.