240417 Pascua III Miércoles Jn 6,35-40
Lectura:
"Jesús nos dice: «Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed" (Jn 6, 35).
Meditación:
La amistad con Cristo es vital para nuestro corazón. Sólo Él puede acoger plenamente el don de nuestra vida; y solamente Cristo se nos da por entero y llena de sentido nuestra vida. Como personas estamos llamados al encuentro y a la entrega total; cuando así lo hacemos nacemos de nuevo. Él lo realiza plenamente en la Cruz y la resurrección; pero lo continúa dándonos a comer su Cuerpo.
En la medida que acogemos a Cristo, dejando que ocupe todo nuestro ser, eligiendo que sea nuestra prioridad en la vida, nos realizamos plenamente y además nos santifica, nos prepara para que podamos darnos gratuitamente. La insatisfacción, la sed y el hambre, la sufrimos cuando vivimos en la mediocridad, sin acoger a Cristo, que nos transforma interiormente.
Al comer el Cuerpo de Cristo, el Pan de Vida, también estamos dispuestos a darnos en el servicio a los otros. También nos convertimos en pan de vida para otros, siendo testigos del amor total de Jesús. La comunión con Cristo nos lleva al encuentro con los otros.
Oración:
Señor, dame el Pan de Vida, quiero que comprometas todo mi ser.
Contemplación:
- Hago las cosas mediocremente, sin implicarme totalmente y por tanto me siento insatisfecho.
- Yo Soy el Pan de Vida, me entrego totalmente a ti…
- Quiero comerte Jesús y asumir las consecuencias de tu amistad.
Acción:
Comer el Cuerpo de Cristo.